7/18/12

Recuerdos (taller 3)

III. Chaqueta Roja La veía quemándose en el baño, Estaba en sala cuna, Había dos mujeres en el baño apagando el fuego mientras una me sostenía en brazos, Podía ver ese incendio. 1973, tenía un año, si bien es solo una imagen que ha rondado mi cabeza, ésta me ha acompañado hasta ahora, se fue conmigo al exilio, al exilio en México, para mí la palabra exilio lo conocí aquí en Chile. Nunca la oí en boca de mis padres, curioso quizás trataban de que la experiencia para ellos fuera lo menos traumática que pudo haber sido, Creo que brutalmente lo fue. Ese recuerdo, Esa chaqueta roja Quemándose, Pensarla es fuerte, Incluso ahora, ¿Qué significaba? ¿Tenía acaso un significado?, Quizás era un reflejo de lo que se venía para Chile, Para la familia, en especial para mis padres. IV. Arena
Un bus antiguo, de colores ocre y azul Carretera infinita Mucha arena a los lados Me veía en brazos de mi madre caminando detrás de mi padre… En ese instante se detiene mi recuerdo y le pregunto a mi madre para que me dé más antecedentes, Ella, se asombra, ¿Cómo podría acordarme, si era tan re chica?, Me cuenta que en el Verano del 73’ habían decidido viajar al norte de Chile, A visitar a la tía abuela Lindora Hoffman, No la recuerdo aunque mi padre nos contaba historias de como ella y el abuelo Otto llegaron a Chile desde Alemania. Mientras oigo y no-oigo a mis padres la arena me inunda los pensamientos, en Cancún la arena es blanca como el talco y la que recuerdo en mis pensamientos es más bien dorada.

Almejas en Punta Allen ( taller 2)

Agosto del 79’ En plenas vacaciones de verano, Junto a la familia partíamos a acampar a Punta Allen, Era aproximadamente 1 hora y media de viaje por carretera al sur de Cancún, Mi padre prefería la noche decía que la carretera estaba más “calma”. Mi tío Pancho llegaba a casa temprano a la hora de la merienda, siempre le gustaban los frijoles en olla que preparaba mi madre y con tortillas recién hechas, el banquete estaba ya listo. Junto a mi hermana Anne, preparábamos nuestras mochilas, En la de ella un block para dibujar y lápices de cera, en la mía catalejos y brújula, Ann con casi un añito solo observaba. Daban las 10:00 de la noche y salíamos en la combi azul turquesa que mi padre había transformado como una pequeña casa rodante, al menos así la veía yo. Llegábamos cerca de la medianoche, La luna siempre me llamó la atención como se reflejaba en el mar, Junto a Anne nos íbamos a la orilla y nos sentábamos en la arena, Veíamos la luna, Calladas las dos, Y nos contábamos historias, De reojo veíamos lo que sucedía atrás, Mi padre junto a mi tio Pancho armaban la carpa y ponían la fogata, Mi madre a cargo de la pequeña Ann, Y nosotras en brazos de la luna. Por las mañanas Anne y Yo nos dirigíamos al banco de arena, Con baldes y palitas, Nos mandaban a sacar almejas, A mi nunca me gustaba, Ni sacarlas, ni comerlas, ni nada, Juntábamos varias y se las llevábamos a mi padre. Las vaciaban en una olla gigante, Mi madre separaba algunas, las más grandes, las abría y solo les echaba limón y sal ¡Guácala!, aún no me gustan las desgraciadas y no lo digo peyorativamente en verdad pienso de su desgraciada vida, aquellos bichos, corrijo, moluscos, retorciéndose por el jugo de limón o peor aún, no sé si peor o no, pero cocidas vivas, íjole bien desgraciada la vida.

En el taller

I. La Cédula Carnet – cédula de Identidad, Monocromática en un principio, Número, Fotografía, Datos, Y más números; Firma, Garabato, Nerviosismo para que calce en un pequeño espacio, Y para las que tenemos una firma grande, Cortada, Sale cortada y te piden que firmes de nuevo ya que no calza con la firma del carnet. En el reverso, Una franja de rayas, manchas y líneas difusas, ( a veces hago el ejercicio de mirar fijamente a esas franjas, por si salta una forma en ocasiones pasa). Letras y números Y la huella, justo en la esquina superior derecha Es como otra fotografía más, Mas bien un dibujo, parecido a los trazos de Münch un grito en el silencio. Gierke< Peña <